Urja se casó a los 13 años, una práctica nada infrecuente en las zonas rurales de Nepal. A los 16 ya tenía dos hijos. Entonces se enteró de la trágica verdad: su marido ya tenía otra esposa. Sorprendida y traicionada, Urja huyó. Sola, con dos niños pequeños y sin medios para mantenerse, Urja recurrió a la prostitución para sobrevivir. No era una vida que hubiera elegido para sí misma, pero no veía otra opción. Siguió trabajando en la prostitución durante una década hasta el verano de 2023, cuando escuchó las buenas nuevas del Evangelio y decidió dejar la prostitución para seguir a Jesús. Encontró una comunidad a través de la iglesia local y recibió un discipulado continuo y enseñanza bíblica. Desde entonces, ha mostrado un enorme crecimiento y madurez espiritual, pero la vida ha sido muy difícil. Urja vive en el remoto oeste de Nepal, justo en la frontera con la India, una puerta literal por la que innumerables niñas son vendidas para la prostitución. La incesante corriente de trata de seres humanos que atraviesa este pueblo es un recordatorio constante de la vida que Urja dejó y de la que aún sabe que está a sólo unos pasos de distancia. Ahora, en cambio, trabaja en la construcción de carreteras, pero es un trabajo muy exigente físicamente y la mantiene alejada de sus hijos durante gran parte del día. También vive con el temor constante de que su casero descubra que es creyente. Si lo hace, la echará de la pequeña choza de barro que le alquila y ni siquiera le permitirá sacar agua del pozo local. A pesar de las dificultades y el peligro de persecución, Urja y su hija celebraron su nueva vida con el bautismo durante la visita de nuestro equipo en febrero. El sueño de Urja ha sido recibir formación que le permita trabajar como limpiadora en una oficina o en un hotel. Gracias a la labor de Hilltop of Hope, hemos podido poner a Urja en contacto con una casa de acogida cristiana en Katmandú, donde podrá recibir la formación profesional que necesita para tener una vida totalmente restaurada y libre de prostitución. Esta casa aceptará a Urja y a su hija, pero no a su hijo. Urja planea mudarse allí en cuanto sus hijos, que ahora tienen 12 y 13 años, terminen sus exámenes escolares. Hilltop of Hope sigue trabajando diligentemente para encontrar un alojamiento seguro para el hijo de Urja.
*Nombre cambiado por seguridad